sábado, 24 de noviembre de 2007

Una noche con "El Brujo"

“En un principio ya existía la palabra y en ella había vida y había luz, y ella brilló en las tinieblas; pero las tinieblas no la comprendieron”.

Así comienza uno de los mejores espectáculos teatrales que he tenido el placer de disfrutar en los últimos tiempos, Una noche con "El Brujo", interpretado, como no, por Rafael Álvarez "el Brujo".



El pasado martes, tras unas cuantas tapitas y cervezas con Dani, en las que ejercimos nuestro ocio favorito, el de cuentahistorias :-p (vamos, el estar hablando todo el rato, contando batallitas y anédoctas propias o ajenas, y echándonos unas buenas risas), nos encaminamos hacía el teatro Marín, con unas entradas conseguidas a última hora (y cuya ubicación da pie para otra buena batallita, que Dani y yo contaremos durante muuxo tiempo ;-), para disfrutar durante cerca de dos horas de los monólogos, anécdotas, lecturas,.. con que "el Brujo" nos hizo esclamar al final de la función.. joer, para buen cuentahistorias don Rafael!

Como soy un poco vago para escribir una reseña más completa, os copio una que refleja muy bien el contenido del montaje, por cortesía de Ireth.

"... La obra consistía en una especie de refrito de las actuaciones que Rafael Álvarez, el Brujo, ha ido interpretando a lo largo de los años: textos de Santa Teresa, Quevedo, Cervantes, Antonio Machado, etc. Todo ello combinado con episodios o aspectos de su "vida" que no hacían más que desatar la risa del público una y otra vez. De nuevo, a destacar, la cercanía.

Además, por su contenido, la función era ideal para los filológos, además de estos textos de los autores mencionados, la introducción del Brujo sobre el seseo, el ceceo, y sus continuas críticas a los académicos y sus muchas veces absurdas notas a pie de página para explicar palabras "raras" fueron buenísimas!!!!

Gran parte de la obra fue ocupada por un texto de Quevedo, que yo ya conocía, por mi atracción a las cosas que se salen un poco de lo normal, la norma o el decoro. No sé si os sonará pero a lo mejor es un descubrimiento para vosotros. Aunque no os lo creáis, en los Siglos de Oro se escribían cosas divertidas, sí, sí, os lo prometo :-). Lo que leyó fue un fragmento de Gracias y desgracias del ojo del culo (dirigidas a Doña Juana Mucha, Montón de Carne, Mujer gorda por arrobas).


No hay contento en esta vida
que se pueda comparar
al contento que es cagar.

En fin, que había que estar allí para disfrutarlo, la verdad. Jugó también con la concepción misma de la obra y su estructura: con su mordacidad hablaba que era una obra de vanguardia (para justificar una pobre escenografía), con un descanso antes de comenzar en el que él seguía hablando (el primer descanso aplaudido de la historia), etc., etc., etc..."


Si podéis, no dejéis de disfrutar de este peazo de actor.

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